Llevaba ya tiempo queriendo hablar de los objetivos y proyectos. En una publicación anterior ya hablé de cómo definir nuestra misión, visión y valores a nivel personal o familiar. Así que hoy me centraré en los Proyectos y en los Objetivos.

Si leíste ese artículo en el que se trató el tema de la misión o propósito vital, igual recuerdas que dijimos que, esta, nos puede llevar a un mismo objetivo final con diferentes puertos de llegada. O, mejor dicho, intermedios. Y es aquí en donde entran en juego los proyectos y objetivos intermedios.

¿Para qué queremos tener proyectos y objetivos? Y, ¿qué pasa con los proyectos y los objetivos intermedios?

La vida es un proceso. Y como tal, conlleva una serie de etapas.

He comprobado que hay quienes se empeñan en establecer abismales diferencias entre la empresa y las personas. Y se olvidan de que las empresas están compuestas, precisamente, por eso: por seres humanos.

Los objetivos. Qué son y cómo identificarlos

Pues bien, todo proyecto es cualquier cosa que requiera que hagamos más de una acción. Por ejemplo, quiero buscar pareja. ¿Qué tengo que hacer, además de pensar?

Se me ocurren varias cosas. Primero hazte preguntas. Y, segundo, actúa.

  • ¿Salgo o no salgo de casa?
  • ¿Venzo mi tendencia al aislamiento y a la pereza?
  • ¿A qué grupo de personas me voy a dirigir?
  • ¿Con quién quiero relacionarme?
  • ¿Qué persona es la que más me atrae para formar un hogar?
  • ¿Qué voy a hacer para decirle que quiero que salgamos juntos?
  • Y, así, sucesivamente…

Cuando he establecido cuál es mi Misión en la vida, mi Propósito Vital, mi Gran Objetivo, después tengo que pasarlo por el filtro temporal que me da la Visión. Por supuesto, por los Valores Éticos que son irrenunciables en mi vida. Y, después, tendré que establecer Proyectos, como este de buscar pareja que, a su vez tengan unos Objetivos intermedios a los que dirigirme.

Es lo que se llamamos estrategia de pasos pequeños, grandes cambios.

Pero, ahora, vamos a lo concreto. A los objetivos que en coaching se denominan SMART (specific, measurable, achievable, relevant, time-bound). Y que el gran autor y mejor amigo José Ballesteros de la Puerta tradujo con insuperable maestría al idioma de Cervantes: RETO en FM.

Así, cuando vayas a definir el objetivo de cualquier proyecto, ese objetivo debe cumplir todas y cada una de las siguientes condiciones:

R de relevante: tiene que ser importante para ti, para vuestro noviazgo o matrimonio.

E de específico: no vale decir “quiero ser buena persona, adelgazar y cuidarme”. No, eso no es un objetivo eso es un deseo. ¿Qué vas a hacer hoy para avanzar en la consecución de ese objetivo?

T de temporal: en qué tiempo, para cuando, para qué fecha te has propuesto alcanzar el objetivo.

O de oportuno: ¿está ése objetivo de acuerdo con tus valores o te vas a tener que saltar alguna línea roja?

Y luego añade con sorna andaluza en FM, que no es precisamente en Frecuencia Modulada:

F de factible: ¿el objetivo que te planteas es realista y alcanzable?

M de medible: ¿se puede medir? ¿Puedes obtener un indicador que te permita conocer si lo que te estás proponiendo lo alcanzas o no?  

Un ejemplo de objetivo

Mi mujer y yo queremos ahorrar el año que viene. Esto no es un objetivo.

Ahora, si decimos: mi mujer y yo queremos ahorrar 10.000 euros entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2024 y vamos a destinar cada mes 700 euros y 800 euros de las pagas extras de Navidad y Verano. Ahí podemos analizar primero los ingresos y gastos, ver si razonablemente podemos ahorrar las cantidades indicadas y establecer un indicador trimestral. Por ejemplo, para ver cómo vamos o qué imprevistos han surgido y analizar si tenemos que modificar, levemente a ser posible, nuestro objetivo final. Aquí sí se cumplen todas las condiciones.

Ejemplo de objetivo absurdo a mi edad: me encantaría jugar en la NBA en Los Ángeles Lakers en la próxima temporada. Tengo 65 años y mido 1 metro y 69 centímetros. El objetivo no es Relevante. Puede ser Específico pero no puedo hacer nada por alcanzarlo salvo destrozarme los gemelos. Es Temporal (próxima temporada). No es oportuno. Ni tampoco es Factible. Y sí, se puede Medir (no me van a fichar porque ni me puedo presentar).

En conclusión: o se cumplen todas las condiciones o no vale.    

Un proyecto complejo: ser más feliz

Pongamos un objetivo un poco más difícil porque lo del ahorro o lo del adelgazar puede llegar a ser (no digo que lo sea) sencillo. Pensemos en que quiero ser más feliz. Esto es otro deseo. Pero, aquí, estamos ya ante un proyecto. Y el proyecto se puede descomponer en proyectos y en objetivos intermedios.

Ya he dicho que soy Católico. Por lo tanto, si quiero ser más feliz tendré que estar más cerca de Cristo y, por tanto, de mi mujer, de mis hijos, atento a mi carácter, etc.

Proyecto Persona

  • Voy a Misa diaria. Y controlo si voy o no voy.
  • Oración: rezo diario del Rosario. Si es posible con mi mujer. Y si no, sólo.
  • Control de la televisión: dejo el zapping y veo cosas o películas concretas sólo el viernes por la noche que sé que me pueden aportar algo positivo o me pueden despejar inocuamente. Si es posible con mi esposa.
  • Confesión semanal. Pues, voy cada semana. Habrá semanas más pecadoras y semanas de menos.
  • Cuarenta y cinco minutos de lectura diaria. A una hora concreta. A las 20:30 cada día.

Proyecto Familia

  • Comemos a las 14:00 y cenamos a las 20:00 en familia, con los niños y a diario. Sin radio y sin televisión. Charla (a veces gritos cuando los niños no quieren cenar) en familia.
  • 21:30-22:30 Tiempo para el matrimonio. Los niños acostados.
  • 22:30-23:00 Oración y lectura personales.
  • Los viernes: “pizza y peli” con los niños y en familia.

Proyecto Salud

  • El médico y tú mismo veis que tienes que adelgazar 15 kg. Pues hay que ponerse a dieta. Si no puedes solo, con ayuda exterior (nutricionista, por ejemplo). Objetivo: adelgazar 3 kg cada mes. Visita a la nutricionista (es mi caso) cada 3 semanas y control.
  • Descanso: dormir mínimo 7 horas, de 23:00 a 06:00 de la mañana. A las seis hay que levantarse.

Proyecto Orden

Horario de cada día.

  • 06:00 levantarme. Aseo.
  • 06:30 ejercicio
  • 07:30 desayuno
  • 08:00 estudio
  • 09:00 Comienzo del trabajo diario.
  • Etc…

Objetivos y proyectos. En ellos está la clave

En definitiva, lo que acabo de exponer son PROYECTOS porque tienen acciones diferentes. Y, al mismo tiempo, tenemos OBJETIVOS intermedios, dentro de cada proyecto. Hay un PROYECTO GLOBAL que se descompone en pequeños proyectos. Y estos, a su vez, en acciones diferentes, concretas (específicas), medibles, que son oportunas porque están de acuerdo con unos valores relevantes. Que tienen un tiempo para desarrollarse y que, además, se pueden medir.

De este modo, cada uno puede trabajar en su carácter, en la felicidad matrimonial, en los valores hechos vida, en las virtudes humanas, en la donación y entrega a los demás. ¡En lo que quieras! Porque serán cuestiones importantes, que vas a hacer de acuerdo con tus valores, en un tiempo concreto, que serán realistas, se podrán cumplir y medir.

Y aquí se va haciendo camino al andar.

Primero un paso, luego otro. Marcarás primero un surco, que se convertirá en camino sabiendo en cada momento hacia donde te diriges. Te perderás, volverás sobre tus pasos, redefinirás objetivos, proyectos, y con la visión de mayor alcance redefinirás o verás nuevas misiones que realizar. Como es de suponer, vas a ir a puntos intermedios para llegar a una meta final. Habrá vueltas, revueltas y cansancio. Pero recuerda, si sabes cuál es tu para qué soportarás cualquier cómo. Un para qué de encuentro personal con Dios, contigo mismo y con tu prójimo.   

Me despido animándote a que te marques tus objetivos y trabajes tus proyectos. Y, por supuesto, aquí me tienes para que me cuentes los resultados logrados y las dificultades que has encontrado a lo largo del proceso. Lo importante siempre es dar el primer paso. ¡Adelante!